En algún instante respiré aires de promesa se elevó al cielo la tristeza y clavé mis ojos en los tuyos, expectante.
No ví la nube amenazante porque apagaste con un beso mi lamento y creí en la felicidad de ese momento aunque el corazón golpeaba, inquietante.
Amarte era gratificante cuanta pasión desatabas... cuanto... ¡cuanto te amaba! confiaba en que venceríamos, desafiantes.
Así conocí un amor mortificante de barreras infranqueables instantes imborrables mi hermoso sueño errante.
Hoy te veo igual de inalcanzable pero atesoro el sentimiento que dió alegría y sufrimiento rompiendo el tedio, la rutina,
brillaste en mi vida... excitante.
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