Antes de ti caminé sobre el fuego supe de lágrimas y ruegos amé con ternura y pasión. Diamante puro en sus manos brillaba al son de su música danzaba primer amor, caricias y miradas.
Como mar indomable irrumpió en mi ser sometida a su querer la inocencia le entregué.
LLenó de risas mi silencio y trepando como enredadera en florecida primavera atrapó mi cuerpo, mi vida entera.
Cual escualo satisfecho volvió al mar profundo grabando un recuerdo rotundo en la pureza de niña... perdida.
No es pecado recordarlo si contigo tengo un nido feliz, fuertemente construido es solo... el ayer!
No debo negar que extraño la sensación de mi estómago en tensión al abrazo... al amor.
Y que a veces durmiendo tú, a mi lado un fantasma, rubio, helado un tierno beso, en mis labios deposita.
Nunca más lo he vuelto a ver żEs que acaso el destino sabe que tú eres mi destino y no pondrá a prueba este corazón?