Pobre ave peregrina cargando el corazón endurecido, por una relación impredecible y el deseo vano, loco e imposible, palpita amortiguado sincronizado al sentimiento... irresistible.
  Lleva en su vuelo fuente de ternura inagotable que la nieve esparce y desordena. Resistiendo con fuerza nueva... a todo ajena prosigue imperturbable, su peregrinaje ese esperanzador viaje, que acabará... con su pena.
  Si el invierno se transforma en primavera y las lágrimas en sonrisas tal vez... si vuela más de prisa logrando evitar la tormenta, si sólo se desplaza y no se alimenta... pueda dejar a los pies de su amado ese amor que le destruye, acosa... y atormenta.
 
 
 
  
 
 
 
  
 
  
  
    
    
 Pintura Central:  Herbert Draper
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 Creación y Diseño  Fondos:  Brisa 
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